martes, 13 de octubre de 2009

otoño

Se me coló el frío por lo pies
esta mañana
al despertarse las sábanas.

Llegó hasta las caderas,
pasando por las rodillas
con el sol de mediodía.

Luego siguió por la espalda
como un escalofrío,
un dedo en mi espalda.

Y, al llegar la tarde
se me enfrió el pecho
desnudo de marañas.

Por la noche,
se me hincharon los ojos
de llorar historias...

Y así
seguimos...
Hasta mañana.